Diseño de Interiores – Reglas de Oro
Cuando estamos en casa o invitamos amigos, queremos que el entorno sea acogedor y que alegre la vista. Y también para que nuestras visitas se queden con la boca abierta.
Propósito de la habitación
Lo primero que debes determinar es cuál es el destino de la habitación en cuestión. Ninguna remodelación costosa o muebles harán tu vivienda acogedora y cómoda para vivir si su diseño está mal pensado. Debes empezar con lo siguiente:
- Toma en cuenta tu estilo de vida, las costumbres de la familia, su itinerario y actividades.
- Nombra y anota los espacios que necesitas. A veces un ligero cambio en el plano de la vivienda puede agregarte, por ejemplo, un guardarropas o un estudio.
- Piensa qué zonas puedes combinar (cocina/comedor, dormitorio/guardarropa, etc.).
- Dibuja un plano de la habitación y ubica allí los muebles para encontrar la mejor opción.
Que ambiente que quieres crear
Antes de empezar a diseñar tu hogar, piensa qué ambiente quieres crear en ese espacio y cómo te gustaría sentirte allí: relajado o lleno de energía. Es muy importante tener en cuenta si ese espacio será solo para ti o también quieres impresionar a tus invitados.
- Piensa en una gama de colores: tranquila o colorida.
- ¿Qué materiales y texturas usarás: cálidas y naturales o, al contrario, artificiales y superficies lisas?
- Utiliza el contraste de tamaños, es decir, varía objetos grandes y pequeños. Esto ayudará a evitar la monotonía y crear un efecto estimulante. Lo importante es que algo debe unir todos los objetos (forma, color, factura, etc.).
La simetría y el equilibrio para la armonía
Si tienes un espacio asimétrico, tienes dos opciones para hacerlo lucir armonioso: intentar crear una falsa sensación de simetría o acentuar sus peculiaridades.
- Busca un punto focal en la habitación (por ejemplo, una chimenea, una pintura, una ventana) y crea un interior simétrico alrededor de él.
- Utiliza líneas verticales, esto hará que el espacio luzca más alto.
- Agrega algún acento: es decir, primero crea simetría y luego arruínala ligeramente.
Color y textura siempre juntos
Debes analizarlos en conjunto porque una cosa influye en la percepción de la otra.
- Los colores fríos son buenos para las cálidas zonas costeras. A cambio, en una ciudad norteña lucirían demasiado melancólicos.
- Los colores cálidos crearán la sensación de que la habitación es un par de grados más calurosa de lo que es en realidad.
- Los colores vivos son inadecuados para el dormitorio. Es mejor utilizarlos en los espacios en donde no pasas mucho tiempo.
- Si utilizas un color predominante en tu interior, es importante variar la textura para evitar la monotonía.
La iluminación
La iluminación correcta refleja tu estado de ánimo y cambia el ambiente del espacio. La luz influye en nuestras emociones y pensamientos. Con ayuda de la iluminación se puede crear lo que sea.
- Aprovecha al máximo la luz del día, no cubras las ventanas.
- Utiliza espejos. No solo agregan luz, sino también aumentan visualmente el espacio.
- La luz artificial crea un ambiente agradable, por lo tanto aplica estas ideas: lámparas de araña, de pared, de pie e incluso velas. Esto complementará el interior de tu vivienda.
Los detalles determinan el interior
Es todo aquello que hace de tu casa un verdadero hogar. Intenta imaginar el resultado final mentalmente.
- Elige tu armario con responsabilidad. Sé consciente de que su color y material le darán tono a todo el espacio.
- Los distintos elementos deben tener algo que los una. Por ejemplo, ambientar con diferentes cojines es una manera perfecta de unificar todos los colores y texturas del espacio en uno solo.
- El diseño de ventanas es un acento muy importante del espacio. Es mejor elegir un color neutral para las cortinas, así es menos probable que te aburra rápido.
- Las telas hacen cualquier espacio más acogedor. Pon un chal vintage en un sillón. Utiliza fundas, frazadas, cojines.
Deja que lo que más te gusta te rodee
Todos somos esclavos de nuestras costumbres y muchas veces nos resulta difícil desprendernos de algunos objetos que provocan ciertas emociones en nuestro interior. De hecho, no tienes que hacerlo. Como tampoco tienes que comprar algo nuevo todo el tiempo. Lo más importante es encontrar un lugar adecuado para aquello que nos gusta.
- Empieza con liberar todas las paredes y superficies. Ahora ubica las cosas nuevamente sin intentar repetir como estaban colocadas antes.
- Los cuadros o fotografías enmarcados que te gustan mucho, deben volverse los objetos principales de tu espacio. La iluminación, los colores y la ubicación de los muebles; puedes organizarlos alrededor de esos puntos de enfoque.
- No cuelgues cuadros demasiado alto. Lucirán armoniosamente al nivel de los ojos de una persona de mediana estatura.
- Los estantes son importantes para el diseño porque no solo ayudan a mantener la casa en orden, sino también sirven para ubicar accesorios y adornos.
- Las flores vivas tienden a inspirar. Así que deben convertirse en una parte indispensable del interior.