El ISO en fotografía

El ISO en fotografía

Autor: Luis Levy | Fotógrafo y escritor.

De seguro te has preguntado qué significa el término ISO, qué representan sus valores y para qué sirve o cómo se debe utilizar en fotografía.

En este artículo te daremos una explicación sencilla y fácil de comprender del significado de este concepto y de la importancia de saber usarlo adecuadamente para lograr magníficas exposiciones y calidad en tus imágenes.

¿Qué es el ISO?

El ISO en fotografía, es un sistema internacional estandarizado cuyos valores miden el grado de sensibilidad a la luz, es decir, qué tan sensible a la luz es una película fotográfica o el sensor de una cámara digital. Entre más alto sea este valor, mayor será la sensibilidad de la película o del sensor como lo explicaremos más adelante.

Originalmente se creó la escala DIN (sistema alemán) con valores que medían la sensibilidad de una película fotográfica. Este valor aumentaba de 3 en 3, significando que la película con el siguiente valor era el doble de sensible que la del valor anterior, así que una película 27 DIN es el doble de sensible que una 24 DIN. Algunos valores DIN: 18, 21, 24, 27, 30, 33, etc.

Posteriormente se creó la escala ASA (sistema americano). Estos valores usualmente partían de 50 y se iban duplicando, lo cual significaba que la película era el doble de sensible que la del valor anterior. Por ejemplo, una película ASA 200 es el doble de sensible que una película de ASA 100. Algunos de los valores ASA: 50, 100, 200, 400, 800, 1600, 3200, etc.

Finalmente se sustituyeron ambos sistemas por el sistema internacional ISO, el cual nos indica la sensibilidad de la película o del sensor de las cámaras digitales actuales en los dos valores: ASA/DIN. En la práctica, la escala ISO se utiliza sin la parte correspondiente a la antigua escala DIN.

Así que la escala de sensibilidades que podemos encontrar en las cámaras digitales incluye valores como 50, 100, 200, 400, 800, etc. Nótese que los valores ISO son los mismos que los valores ASA. Veamos una tabla con las equivalencias de estos valores:

ISO ASA DIN
50/18 50 18
100/21 100 21
200/24 200 24
400/27 400 27
800/30 800 30
1600/33 1600 33
3200/36 3200 36
6400/39 6400 39

Pero ¿qué es la sensibilidad a la luz?

Por definición, la sensibilidad es la capacidad de reacción de la película a la luz y esta se determina durante su fabricación.

Como las cámaras digitales no usan película sino un sensor, se utilizan los equivalentes del ISO y por lo tanto, el ISO determina qué tan sensible es el sensor de la cámara a la luz que existe en la escena que se va a fotografiar.

Entre cada valor de ISO hay 1 paso de diferencia. ¿Qué significa esto? Que por ejemplo, el ISO 100 es un paso menos sensible (la mitad) a la luz que el ISO 200. Y viceversa, el ISO 200 es 1 paso más sensible (el doble) que el ISO 100.

Sin embargo, en las cámaras electrónicas (SLR) y digitales (DSLR) la escala de valores ISO viene en tercios de pasos. Esto te permite un control más preciso sobre la imagen:

100 125 160 200 250 320 400 500 640 800 1000 1250 1600 etc…

La ventaja con las cámaras digitales es que puedes cambiar el ISO en cada foto, mientras que con las cámaras que utilizan película, tienes que usar todo el rollo de fotos con la misma sensibilidad.

Y ahora, ¿para qué nos sirve el ISO y cómo se utiliza?

Como ya sabemos, la sensibilidad es uno de los 3 valores, que en conjunto con la apertura del diafragma y la velocidad del obturador, controlarán la exposición de una foto. Si fijamos una misma apertura y velocidad, la sensibilidad (el ISO) hará que nuestra foto esté bien expuesta (cantidad adecuada de luz o luminosidad) o que resulte subexpuesta (obscura) o sobreexpuesta (muy clara).

Cuando utilizas una sensibilidad alta para tomar una foto, por ejemplo ISO 1600, la luz que necesitas para que la foto salga bien expuesta será menor que la que necesitarías con un ISO 100. En principio, esto implica que cuando existe suficiente luz en la escena que vas a fotografiar, como en un día soleado, deberás usar una sensibilidad más baja (ISO 100 o ISO 200). Por el contrario, cuando dispones de poca luz, como en escenas nocturnas o de interiores, tendrás que utilizar una sensibilidad mayor, por ejemplo ISO 800 o ISO 1600. Esto hará que la exposición de tu fotografía sea la correcta. La regla general en relación con la iluminación es que con un ISO alto necesitas menor cantidad de luz que con un ISO bajo.

El valor ISO estándar con el que generalmente logras una excelente calidad de imagen es el ISO 100, siempre y cuando la luz disponible sea suficiente para que la foto esté bien expuesta (la mayor parte de las personas que tomaban fotos con película usaban películas con sensibilidad ASA 100). En la actualidad, las cámaras digitales compactas, generalmente tienen el ISO en automático y la cámara lo ajusta al valor programado considerado como apropiado para la luz disponible en la escena que vas a fotografiar.

Sin embargo, si tu cámara lo permite, es muy importante que controles y decidas con qué valor ISO vas a tomar la fotografía. La razón es que el valor ISO, aparte de determinar que la exposición de la foto sea correcta, tiene también un efecto directo en la calidad de la imagen.

Si utilizas una cámara con película ISO 100 (o menor), la definición y la saturación de los colores en las fotos aumentará considerablemente. En el caso de las cámaras digitales, no se nota mucho el cambio en la definición, pero los colores se saturarán un poco más.

En el caso de las películas, el ISO va a determinar la definición y contraste de la imagen. Esto se debe a que la película fotográfica está recubierta por una emulsión de cristales de haluro de plata sensibles a la luz y la sensibilidad de la película (el ISO) depende del tamaño de estos cristales: entre más grandes, es más sensible, ya que reaccionan más rápidamente al contacto con la luz, y debido a su mayor tamaño, las imágenes obtenidas tendrán un aspecto general granuloso, lo que resulta en una pérdida de nitidez y contraste. Así que cuando usas una película con alta sensibilidad (o alta “velocidad”), por ejemplo de ISO 3200, el grano de la película va a ser notorio en toda la fotografía y esto hace que pierda definición. Por el contrario, cuando fotografías con una película de ISO 100 (de baja “velocidad”), el grano no se ve en la foto y tendrá mayor definición.

Sin embargo, vale la pena mencionar que en algunos casos, sobre todo en blanco y negro, el grano puede resultar visualmente agradable aunque se pierda definición. De hecho muchos fotógrafos usan películas de alta sensibilidad para lograr una imagen con grano visible y así lograr una estética y un toque más personal.

Con la fotografía digital, la gran ventaja es que solo basta con oprimir un botón y cambias el ISO. Sin embargo, deberás tener mayor cuidado con el ISO que utilizas, ya que cuando usas una sensibilidad alta empieza a aparecer en la fotografía lo que se conoce como ”ruido digital”.

Para no complicarnos con explicaciones técnicas, baste solo decir que este “ruido” se manifiesta cuando en cierta parte de la imagen en donde debería haber un color liso, hay “puntitos” o granos con diferentes colores, pero a diferencia del granulado con la película tradicional, en la digital no se presenta en toda la imagen, sino que se hace más evidente en las partes obscuras o de sombra.

Entre más alta sea la sensibilidad que utilices, más “ruido” va a existir en la foto. El ruido hace que la imagen pierda calidad y es algo que debemos evitar. Las cámaras cambian y mejoran día a día, y ahora hay algunos modelos excelentes de cámaras DSLR, que producen muy poco ruido cuando usas altas sensibilidades. Debes tomar en cuenta que una cámara digital compacta tiene un sensor más pequeño y el ruido aparece a partir de ISO 400 – las cámaras más grandes (o profesionales) te permiten tomar fotografías a sensibilidades más altas sin que aparezca el ruido.

Pero la sensibilidad (el ISO) también influye en el contraste de una foto. El contraste es la diferencia entre las partes oscuras y las partes claras o entre las luces y las sombras de una foto. Por ejemplo, una foto que tiene blancos y negros y no tiene grises (o tonalidades de colores) intermedios, es una foto de muy alto contraste. Por el contrario, una foto que tiene solamente tonos de grises o colores intermedios, es una foto de bajo contraste. Así que si tomas una misma escena con ISO 200 y después con ISO 1600 por ejemplo, la primera va lograr más contraste que la segunda, por lo que la regla aquí es que entre más alta sensibilidad usemos, menor contraste tendrá la foto. Inténtalo para que lo corrobores.

Y entonces ¿qué hago para decidir que ISO usar?

Lo primero que debes hacer es notar qué tipo de iluminación existe. Si estás sacando fotos en exteriores, con buena cantidad de luz natural, en general tomarás fotografías con baja sensibilidad (ISO 100), a menos que quieras lograr una imagen granulada.

Si te encuentras en una situación con menos luz, como en interiores (casa, iglesia, salón de fiestas, concierto, etc.), entonces lo ideal es que comiences a probar cuál es la menor sensibilidad que puedes usar para que la foto salga correctamente expuesta. Te sugiero que inicies con ISO 100 o ISO 200 y que veas cómo sale la foto. Si resulta oscura, entonces comienzas a subir el ISO hasta que encuentres la correcta. No comiences por ISO altos, como 1600 o 3200, porque aparecerá el “ruido” y no es deseable. Cuando vas subiendo el ISO llegará el punto en que la foto salga bien expuesta y tendrás la seguridad de que la lograste con la mejor calidad (nitidez, saturación y contraste) posible.

Y por supuesto que esto no significa que no puedas utilizar sensibilidades altas, si hay poca luz, úsalas y toma tu foto – siempre es mejor tener la foto que ¡no tener nada! además, la calidad de los sensores aumenta con cada nueva generación de cámaras digitales. Los últimos modelos de cámaras réflex ofrecen la posibilidad de utilizar sensibilidades de hasta ISO 128000 con unos resultados muy buenos. Lo ideal es que pruebes tu cámara en diferentes situaciones de luz con diferentes sensibilidades para que veas los resultados que obtienes. Así llegarás a conocer tu equipo y sabrás las posibilidades que te ofrece.

Algunas conclusiones…

– En situaciones de poca luz, aumenta el ISO hasta lograr una buena exposición sin excederte, para conservar la mejor calidad posible de la imagen.

– La mayor calidad de imagen con una cámara digital la obtendrás usándola a su menor sensibilidad ISO equivalente.]

– El uso de sensibilidades ISO mayores se traducirá en un aumento de “pixeles” distribuidos al azar, principalmente en las zonas de sombra de la imagen. Este “ruido”, a diferencia del grano en las películas, no será proporcional en toda la imagen, sino que se manifestará de forma más evidente en las zonas oscuras.

– El “ruido” se manifiesta más en alguno canales (colores) que en otros. Normalmente el canal azul suele ser el que contiene más ruido. Se puede editar este canal posteriormente con algún programa de edición para reducir el ruido mediante una aplicación de filtros.

– Recuerda siempre: es fundamental realizar una correcta exposición en tu foto independientemente del ISO que tengas seleccionado, ya que utilizar ISOs bajos a costa de subexponer en exceso una foto, puede dar como resultado fotos de peor calidad que las equivalentes bien expuestas con ISOs más altos.

¡Espero que te haya sido útil esta información!

Imprime tus fotos en un lienzo sobre bastidor ¡Se ven increíbles!

Autor: Luis Levy | Fotógrafo y escritor.

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