Frozen Flowers
Frozen Flowers
Si has logrado fotografiar un pequeño paisaje que cabe en la palma de tu mano, estás haciendo fotografía macro. Con esa técnica nos acercamos tanto a lo que fotografiamos que puedes encontrar lugares mágicos en una hoja de pasto o en el ojo de un insecto. También en una flor congelada.
Eso es lo que he hecho en mi último proyecto, la exposición titulada “Jardines Interiores”; he fotografiado flores congeladas buscando los paisajes que el hielo crea con ellas.
Les invito a repetir en 11 pasos el camino que me ha llevado a realizar esta exposición. Estos pasos pueden ayudarles a acercarse al mundo de la fotografía macro y además, si tienes algo de espíritu explorador, fotografiar flores congeladas puede ser un viaje a las regiones más desconocidas de nuestro interior. Y es en esos lugares misteriosos donde nacen las mejores fotos.
Antes del viaje
El poeta vasco J. M. Artze, escribió que “en nuestro interior está el sol, la luz que abrirá la oscuridad y el corazón que derretirá el hielo”. Es imprescindible que creas en estas palabras para no morir de frío en el proceso. Además necesitarás un congelador, recipientes de cristal y flores. También una cámara fotográfica y un trípode.
Paso 1: Congela la flor
Toma un recipiente donde quepa la flor de tu elección, llénalo de agua, introduce en ella la flor y congélala durante varias horas.
Paso 2: Deja que el frío haga su trabajo
Ten paciencia. El agua se irá congelando despacio y el hielo moverá la flor de lugar, la moldeará, incluso llegará a cambiar su color original o a romperla. No te preocupes, está bien, no podemos controlarlo todo.
Paso 3: Conviértete en una escultora o en un escultor
Saca el recipiente del congelador y mójalo con agua caliente para desprender su contenido. Obtendrás una pequeña escultura de hielo con una flor adentro. Puedes lavarla con agua muy fría para hacerla más transparente.
Paso 4: Dibuja con luz
Utiliza fuentes de luz para iluminar la escultura. Puede ser un costoso equipo de flashes o una modesta linterna. Gira la escultura, ilumínala desde diferentes ángulos, los paisajes interiores irán cambiando.
Paso 5: Vibra
Busca en la escultura y en tu interior una imagen que te haga vibrar, que no te deje indiferente.
Paso 6: Haz tus primeras fotos
Sitúa la cámara ante la flor helada. Enfoca y dispara. No te fijes sólo en la flor, observa las burbujas de aire que la rodean, las fracturas del hielo, las montañas en el horizonte, el mar embravecido, o ese grupo de pájaros que se aleja.
Paso 7: No te canses. Sigue explorando
Sigue recorriendo el paisaje. Viaja a tus regiones heladas, cada vez más adentro. Busca las emociones varadas como barcos atrapados en el hielo; el enojo como escarcha; la tristeza como un témpano; el miedo como el más intenso de los fríos. Busca también los recuerdos felices encerrados en burbujas de nostalgia.
Paso 8: Abraza tu núcleo frío y fluye
Toma fotos. Haz un homenaje a lo que fuiste. Cada fotografía es un abrazo cálido a tu núcleo frío. La escultura se irá derritiendo. También tú te irás derritiendo. Deja que todo fluya. Llora o ríe. O haz las dos cosas a la vez.
Paso 9: Despídete
Te darás cuenta de que pesas menos y de que la flor descongelada ya es una cosa muerta. Despídete.
Paso 10: Renace
Busca nuevas flores frescas. Cálidas. Renace. Deja que la vida te llene y atraviese tu cuerpo sin obstáculos.
Paso 11: Comparte esta receta
No guardes el secreto. No te lo quedes sólo para ti. Comparte esta receta. Como todo lo importante en esta vida, la cultura también se protege compartiéndola.
El autor
Xabier Santakiteria es fotógrafo profesional, formado en el País Vasco. La fotografía es su oficio y la macro fotografía su pasión. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Europa y en México, y sus fotografías han aparecido en medios nacionales e internacionales.
Gracias por el recorrido interior, seguir el proceso de imágenes y palabras que guían la mirada es un ritual que me nutrió mucho.
Fantástico.
Gracias por la poética y la técnica!!!